jueves, 9 de junio de 2011
Hacia dónde vamos…
Quién esto escribe, ha pasado del medio siglo.
Aunque mi relación con la tecnología, procede del mundo de las telecomunicaciones, donde he “mamado”, desde la telefonía manual donde una operadora, era la que establecía las comunicaciones, hasta las actuales, como la móvil que parece que llevan toda la vida y están implantadas desde hace quince años, La famosa Moviline…
Pero, sinceramente creo que en la evolución de estos últimos años, el ser humano se está equivocando.
Todo ha pasado a depender de la economía, es decir en la rentabilidad de las inversiones. Se ha pasado de la tecnología electromecánica a la de los circuitos integrados sin tener en cuenta la fragilidad de estos. Esto sin citar la dependencia de la energía eléctrica, que en unos días, puede acabar con toda la cadena de alimentación del ser humano.
En el Facebook, he leído una noticia, que pone en serio riesgo toda la civilización occidental. Esta habla del incremento de las erupciones solares y las correspondientes radiaciones hacia los planetas. Los circuitos integrados, son especialmente sensibles a estas radiaciones y caso de colapsarse, dejarían incomunicado nuestro planeta. Pero no sólo esos. sino que todos los ordenadores que hoy en día dirigen nuestros quehaceres más cotidianos, se verían seriamente amenazados.
No funcionaría nada, comenzando con la energía que está controlada por los ordenadores. Sin energía todo lo demás, se va al traste…
La alimentación, sería el siguiente eslabón en la cadena. ¿Se imaginan, donde podríamos adquirir nuestros productos de primera necesidad, si las cadenas comerciales dejarán de funcionar? Porque no existe alternativa y toda la cadena de distribución alimentaria, depende de ellos.
En los años cincuenta, sesenta y setenta, estábamos más protegidos o eso creo yo. Era más primario, pero más seguro. ¿De dónde, se van a proveer alimentos, para una ciudad, como A Coruña? Antes, la ciudad era más pequeña y en los alrededores, existía como una despensa para alimentarla. La leche, el trigo, el maíz, las patatas etc.etc., eran cultivadas y la gente la traía a la ciudad para su consumo. ¿Cuántos agricultores, existen en la actualidad en cien kilómetros a la redonda?
Aún recuerdo, el pollo como prohibitivo y era comida de los más pudientes…
También recuerdo, un alimento que quitó el hambre de ciudades como Madrid, que hubo una época que era abastecida desde aquí con carne de ballena. Los camiones que iban hacía Madrid, iban dejando un reguero de sangre y a mí me llamaba la atención. ¿Si eran camiones de pescado, como dejaban aquel reguero…?
En aquellos tiempos, la gente compraba terrenos para poder alimentar al ganado o cultivarlos. Pero los tiempos han cambiado y se compran para llenarlos de cemento y el poco terreno que se cultiva se dedica para el autoconsumo.
Antes los bistec, saltaban al freírlos y ahora parece que los estas cociendo. La leche la comprábamos por litros e íbamos a la lechería, ( en cada barrio existía una) y el pan sabía a lo que tiene que saber y oler a pan.
En fin, hoy tras leer la noticia en Facebook, me he puesto pesimista…
El vídeo de hoy es una canción que aprendí en catalán hace casi cincuenta años. Era la cara B, del primer disco de Serrat, la A era Canço da matinada.