miércoles, 31 de agosto de 2011

Que poco ha cambiado el país, en lo malo







Estos últimos días, me he puesto a releer revistas, periódicos, etc . , para recordar como eran aquellos lejanos, pero cercanos en el recuerdo y es cuando me he dado cuenta, de lo poco que hemos cambiado en tu país.

Hoy, voy a ceñirme a un especial que editó El Jueves, en mayo de 1988. Era dedicado a los famosos y no dejaban títere con cabeza. En ella, Makinavaja, era invitado por Miguel Boyer a la Moncloa y se hacía eco de las salidas nocturnas del Rey, en Pedro Pico y Pico Vena.

Eran los comienzos de la telebasura y pululaban por el mundo de los famosos, Miguel Boyer, que acababa de unirse a la Presley, Jesús Gil, Mario Conde, que acababa de hacerse cargo de Banesto y un sinfín de famosos, que comenzaban a salir en la tele, aunque era la época dorada de las revistas, donde llevaban la palma el Hola y Diez Minutos…

Era el preludio de lo que nos venía encima , con la telebasura, que en aquel momento, sólo se veía reflejado en el papel. Eran tiempos, cuando la gente compraba a escondidas las citadas revistas, pero que eran número uno en ventas y venía sucediendo, como en la actualidad con los programas de Telecinco, los cuales nadie ve, pero suman audiencias millonarias…

En ese número, MartinMorales, entrega sus Oscar que le correspondían al Ministro del Interior Barrionuevo, el banquero Mario Conde, que en aquel entonces era muy poderoso, Javier mariscal por sus dibujos, Tita Cervera y el Barón Thysen y en el alto del podio, el Vicepresidente Alfonso Guerra y el presidente, Felipe Gonzalez.

Eran tiempos, donde no existía oposición, ya que Fraga habia dimitido y su lugar era ocupado por un tal, Hernandez Mancha, que bajo su dirección, llevo a la derecha a sus niveles mas bajos, después de la debacle de UCD.

Como punto final, un Dios mio, de J.L. Martin, que no tiene perdida…




sábado, 20 de agosto de 2011

Los cromos del baúl de los recuerdos.



No hay nada mejor que estar con los nietos, para que te recuerden o encuentren cosas que tenias olvidadas. En esta ocasión, han recuperado parte de mi memoria, al encontrar una colección de cromos que publicó El jueves, a principios de los ochenta.

Hoy las voy a exponer y comentar, lo que significaron en la difícil vida política de los ochenta. Comienzo con la Familia real, cuando Don Juan de Borbón, aún no había renunciado al trono, el príncipe Felipe era un niño y como se puede observar, el rey, tenía pinta de play boy.

Era cuando la monarquía estaba siendo cuestionada y el país reclamaba cambios, hacía la Republica, sobre todo de los partidos de izquierda, cuyos protagonistas principales, serán motivo de comentario en entradas posteriores.

Por aquellas épocas, la monarquía no había comenzado a expandirse y las infantas estaban solteras. Nada hacía presagiar lo que nos iba a venir encima, con un elevado número de descendientes directos…

Es que es lo que tiene una monarquía, se casan los hijos, estos a su vez, tienen nietos y se va ampliando la descendencia y a todos tenemos que mantenerlos.

En una película de la transición, El patrimonio nacional, se cuestionaba si los reyes, iban a tener cortesanos y era una petición de los “nobles” españoles. Pues dentro de unos años, la Corte habrá vuelto, eso sí, serán una corte familiar, con los hijos y nietos…

¿Hasta cuando el pueblo español, va a poder mantener a todo el sequito real? Porque no olvidemos que todos los gastos de esta familia, repercute directamente en los ciudadanos. Ya que no es lo mismo mantener a siete que a veintisiete…

martes, 9 de agosto de 2011

No me lo puedo creer…




Hoy, iba a ser in día especial y lo fue. Coruña está en fiestas, Feria del Libro, Mostrart y Viñetas del Atlántico, en Los Cantones. Toda la familia montamos en la Jumpy, que tenemos adaptada para Nano y nos dispusimos a pasar una tarde de paseo…

Aparcamos en el parking del Centro Comercial del Puerto, ya que en de Los Cantones, no podemos hacerlo, ya que no tiene accesos para los minusválidos, ni para carritos de bebes y nos dispusimos a recorrer los stand, que están montados, pero antes queríamos hacer una parada, para ver la exposición de Viñetas…

Llegamos a la puerta y observamos que no es apta para mi familia. Tres escalones en la entrada, son la barrera que han puesto con nosotros. Imagino que seguro existe una puerta, la de atrás, por la que no estamos dispuestos a acceder. Nos quedamos sin ver la muestra, porque no estamos dispuestos a mendigar lo que es de sentido común. Hay espacio más que suficiente para desterrar los escalones y poner una rampa, que reúna un mínimo de desnivel, para poder acceder en una silla de ruedas. Hablo del desnivel, porque la que existe en la puerta principal del Centro Comercial, no es apta para minusválidos, que no vayan acompañados.

Al ver estas cosas, a uno le entra el sentido crítico, que se acentúa al querer salir del parking y esto no lo digo por los minusválidos, sino para el resto de los mortales, donde la distancia entre la columna y la pared, es tan pequeña, que hace que una y otra, estén llenas de señales de coches que han querido pasar sin maniobrar y han dejado las señales en ellas.

Estoy hablando de obras que se han rehabilitado hace poco tiempo, pero parece que a algunos se les ha ido la cabeza, pensando en el proyecto.

Y ya que estoy en plan critico, voy a sumar otra. En el paseo de peatones del Cantón, el que va del Banco Pastor a los jardines, no da tiempo a cruzarlo. Es decir, el semáforo se pone en verde y cuando estás en la mediana, la señal de peatones pasen, se pone a parpadear, cruzando el último tramo en rojo. ¿Nadie ha calculado la distancia y lo que se tarda? Pues parece que no, ya que las dos veces, que lo he cruzado, en el tramo final, tienes que realizar un sprint, para no verte en apuros.

Si es que hay algunos días en los que es mejor no salir de casa, porque ves problemas donde no los hay. ¿O si los hay?

miércoles, 3 de agosto de 2011

La vida sigue igual…




Este año, tenemos un verano horrible, pero la experiencia me dice que esto es cíclico y viene pasando cada dos años, más o menos.

¿En qué me baso? Estuve trabajando en un Departamento en Telefónica, que estaba recién creado, se llamaba Telemática y normalmente las personas que pasaban por él y su personal estaba integrado por personas del resto de España y en una plantilla de treinta personas, aquí en Coruña, sólo tres o cuatro éramos gallegos…

Normalmente, cada año, se producía movimiento en plantilla y marchaban una docena, tras el oportuno concurso de traslados y se incorporaban nuevo personal, hasta que llegó un tiempo que la plantilla, quedó compuesta por gallegos y ya dejaron de producirse traslados de personal. Pero en esos diez años, cuando llegaban las despedidas, siempre se hacían comentarios sobre nuestro clima y así mientras unos se marchaban diciendo que le habían salido escamas, otros decían que les habían engañado con el clima, ya que decían que en verano siempre llovía y ellos, se marchaban completamente secos…

Esto me hace recordar a mi viejo amigo Alejandro, que me decía que para saber el tiempo que va a hacer en Galicia, hay que mirar para el Estrecho de Gibraltar. Cuando en el telediario, dicen que hay fuerte levante en el estrecho, quiere decir que aquí vamos a tener día soleado, porque va soplar el viento del Nordeste y eso aleja las nubes de Galicia. Hacer la prueba de esto que digo y veréis que Alejandro, tenía razón…

Por cierto, el homenaje a los profesores de baile y música gallega, que se celebró en Palavea , fue un éxito y allí se destaparon muchas emociones, sobre todo de los familiares y los exalumnos que demostraron la gran labor que dejaron en el Barrio. Es de destacar el detalle de estos últimos, que estuvieron ensayando todas las semanas, para la celebración del acto y dejaron el pabellón en un alto nivel.

Ya para finalizar, a mi familia le esperan tiempos difíciles, por cuanto las causas que motivaron el ingreso de mi suegro en el CHUAC, son más graves de las esperadas. En fin, hay que tener paciencia y esperar acontecimientos…

Hoy pongo un clásico, de Julio Iglesias, que dice que la vida sigue igual.